LEYES DE MURPHY DEL COMBATE
Casi todos los siguientes consejos sarcásticos son apócrifos, y a pesar del tono humorístico, estas recomendaciones son bastante serias; si las tienes en cuenta al combatir, te irá bien.
• No eres Superman.
• Un fusil sin retroceso también tiene retroceso.
• Inteligencia y militar son términos que no casan.
• El fuego de contención no contendrá.
• Las armas automáticas no son tales.
• No existe el fuego amigo.
• Las armas silenciadas siguen haciendo algo de ruido.
• Si es estúpido y funciona, entonces no es estúpido.
• El camino más fácil siempre está minado.
• En la guerra, todas las cosas importantes son sencillas y todas las cosas sencillas son difíciles.
• El enemigo sólo ataca en dos ocasiones: cuando estás listo y cuanto no lo estás.
• Si fortificas tu vanguardia lo suficiente, seguro que te atacarán por la retaguardia.
• Si haces que al enemigo le cueste demasiado entrar, no podrás salir.
• Cuando hayas asegurado un área, no olvides decírselo al enemigo.
• El trabajo en equipo es esencial; hace que el enemigo dispare a otros además de a ti.
• Intenta parecer poco importante. Puede que anden cortos de munición.
• Puede que la maniobra de distracción del enemigo que estás ignorando sea el ataque principal.
• Si tu ataque va bien, te estás metiendo en una emboscada enemiga.
• Todas las granadas de 5 segundos explotan a los tres segundos.
• Si no te acuerdas, la mina Claymore siempre apunta en tu dirección.
• Cualquier cosa que hagas puede hacer que te disparen, incluso no hacer nada.
• Toda guerra está basada en el engaño, así que no te engañes a ti mismo, hazlo con el enemigo.
• No atraigas el fuego enemigo; le molesta a tus compañeros.
• Nunca compartas una posición con alguien más valiente que tú.
• Cada bando está convencido que está a punto de perder, y ambos tienen razón.
• Lo único más preciso que el fuego enemigo es el fuego amigo.
• Las comunicaciones siempre fallan en cuanto son necesarias.
• Si el resto de los factores están igualados, vence el bando que tenga el uniforme más sencillo.
• Y por último, pero no por ello menos importante: ningún plan de batalla sobrevive al contacto con el enemigo.